En Celersa

Llegué a la ciudad de la luz tras un largo viaje volando. Aún estaba afligida por lo que había visto en las ruinas... pero sabía que pronto me recuperaría y volvería a ser la que era... aunque probablemente nunca más deseara tener tratos con demonios.

Me detuve en seco.
-¿Me has seguido hasta aquí? -pregunté sorprendida.

-¿La verdad? ¿Cuál es esa verdad? -pregunté.

Lo miré extrañada.
-¿Marionetas de qué?

No entendía nada.
-¡Espera! ¿Quién es esa única existencia?

Bajé la mirada.
-¿Y qué quieres decir con todo eso?

-No quiero... no quiero volver a saber nada de él -dije con esfuerzo.

Seguí sobrevolando la ciudad mientras pensaba en mis cosas.

Me detuve por segunda vez y miré a Romeo.
-¿Qué sucede?

Aterrize en el lugar y vi a Narshel, intente evitarla pero me vieron
-H...hola-dije sin mirar a Narshel

-Gracias... -le dije a Romeo- no tenías que haberte molestado.
Entonces alcé la mirada y vi a Ezio, que acababa de llegar aunque intentaba evitarme... y yo tampoco deseaba encontrarme con él...

Miré a Ezio a los ojos.
-No podremos seguir escondiéndonos toda la vida.

-Lo se...siento lo que hayan echo mis antecesores...pero yo no soy como ellos-dije
-Yo hago el bien-dije, y mire al suelo

-eres una autentica desonrra ezio y apareci de la oscuridad del bosque
-eres un error de la naturaleza no te aconsejo relacionarte con los demonios no eres uno de ellos me quede parada mirando la reaccion que tomaria

-Lo sé. Nunca debí haber hecho lo que hice y nunca se volverá a repetir.
Luego me di la vuelta y alcé el vuelo.